miércoles, 15 de diciembre de 2010

NAVIDAD




A toda la familia bloggera sean creyentes o no, españoles o no, a todos todos os deseo que en estas fechas el AMOR sea capaz de cubrir todos los vacios que durante el año nos han dejado entrar el frío de la soledad, la indiferencia y el sufrimiento y que nos han hecho sentir tan mal. Que la PAZ, SALUD, SUERTE Y FELICIDAD nos acompañen. Con todo mi cariño

domingo, 28 de noviembre de 2010

CURIOSIDADES: La cocina bizantina







Según nos cuenta la historia, los bizantinos tenían unas costumbres muy refinadas. Ellos no comían, como los romanos, tumbados en divanes. A ellos se deben muchas de las modificaciones que han llegado hasta nuestros días: por ejemplo, el uso del tenedor. Hasta entonces el mundo entero usaba los dedos para comer.
Pero ¿qué comían los bizantinos?
Los menús consistían en unos entrantes a base de ajos verdes, garbanzos y habas cocidos y rehogados con aceite de oliva, sal y comino picados de forma muy fina. Eran muy aficionados a una especie de canapés, parecidos a los que tomamos actualmente, consistían en unas rodajitas de pan tostado sobre la que colocaban una fina lonchita de carne aderezada con especias.
Las ensaladas eran tradicionales en sus dietas. Lechuga, coles y espárragos se encontraban entre los ingredientes preferidos y los aliñaban con aceite de oliva, sal vinagre y laurel.
Fueron grandes maestros en la preparación de las carnes ya que eran grandes consumidores de esta. Su especialidad era la carne picada y empanada dándole un punto de aliño y de cocción idónea.
La carne preferida era: cordero, cabrito, lechón y conejo.
Las partes que consideraban exquisitas eran: las manos de cerdo, el hígado, los riñones, las ubres de cerda y las tripas.
También consumían mucho pescado sobretodo en las grandes celebraciones como las bodas. Lo solían comer: a la sal o hervido y aderezado con nardo y coriandro.
Hacían todo tipo de purés, pero casi siempre a base de legumbres y trigo aromatizado con miel, canela, nardo y vino. Ya conocían la pasta, había llegado hasta ellos a través de las rutas comerciales de Oriente cuando buscaban la forma de conseguir los preciados gusanos de seda.
Pero por si todo esto fuera poco en lo que verdaderamente destacaron fue en la elaboración de postres como: buñuelos de miel, confitura de membrillo, pasteles de nueces, mermeladas de pera, manzana, ciruela que iban acompañados de huevo hilado, hojaldre y yogur.
A la hora de preparar las comidas no escatimaban en gastos, me imagino que cada uno se adaptara a su presupuesto como en cualquier época de la historia, pero la comida era el capítulo más importante de sus vidas.
En los ambientes palaciegos, en algunos momentos, llegaron a contar con 1.000 cocineros trabajando de continuo en sus dependencias.
Cuando encontré este artículo me pareció muy curioso pero después de releerlo y extractarlo un poco me parece de lo más actual. Seguimos considerando la manduca de gran importancia y siempre haciendo cuentas para adaptarla al presupuesto de cada uno. Así que después de tantos años de historia llego a la conclusión de que no hemos inventado casi nada en nuestro caminar de cada día

sábado, 13 de noviembre de 2010

CURIOSIDADES: Mambrú se fue a la guerra




Recuerdo hace muchíiisimos años, cuando yo era pequeña, que salíamos a la calle a jugar, porque eso sí “la calle era nuestra”. Creo que sólo había un coche: el coche del médico que lo usaba para sus visitas a domicilio. Os podéis imaginar que estas visitas las hacia “DE PASCUAS A RAMOS” ya que nos curábamos gracias a las cataplasmas y demás remedios caseros, yo tenía a mi abuela María que no había mal que se le resistiera. Así que peligro, peligro no corríamos mucho cuando jugábamos. Nuestros juegos solían ser: la rayuela, la comba, el corro y no se cuantas cosas más.
Teniamos una canción que cantábamos con frecuencia ya que servia para muchos de estos juegos. La canción se llamaba “Mambrú se fue a la guerra" es una de las canciones infantiles más populares.
Pasaron los años y sentí curiosidad por saber el origen de esta canción que tantas veces habíamos cantado
El otro día ojeando un libro vine a dar con el origen de esta canción que había despertado mi curiosidad y como lo leí os lo cuento. Espero que os guste
Es de origen francés, fue compuesta por los soldados franceses en el Siglo XVIII para celebrar la supuesta muerte del militar inglés, John Churchill (1650-1722), duque de Marlborough, que había derrotado varias veces a los ejércitos franceses.
En la batalla de Malplaquet (1709) los franceses fueron nuevamente derrotados, pero llegaron a pensar, erróneamente, que el general Marlborough había muerto por lo que compusieron una canción burlesca que decía: "Marlborough s'en va-t-en guerre, Mironton, Mironton Mirontaine, ne sais quand reviendra" El tema dejó de cantarse hasta que en el palacio de Versalles una de las nodrizas del delfín francés la hizo popular al arrullar al niño con esta melodía que gustó mucho a los reyes Luis XVI y María Antonieta.
En España, por influencia de los Borbones, la canción se difundió rápidamente a finales del Siglo XVIII, sobre todo, entre las niñas que la cantaban mientras jugaban a la rayuela, a la comba o al corro. La pronunciación popular del difícil nombre Marlborough dio origen a la palabra Mambrú, con la que se tituló la canción.
Mambrú se fue a la guerra,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuando vendrá…

jueves, 4 de noviembre de 2010

Curiosidades: La historia del chocolate




Se lo dedico a mi amiga blogera, Mª Jesús, para que tome alguna que otra tacita y se recupere pronto.

Con la llegada de los conquistadores españoles al “Nuevo Mundo” nos llegaron muchos productos desconocidos hasta entonces en la vieja Europa, tales como la patata, tubérculo que nos costó aprender a consumir y que hoy es imprescindible en nuestra dieta, el tomate que tanto apreciamos, el chocolate y tantas otras sustancias que consideramos como propias, de siempre, de nuestro régimen alimenticio.
Se dice que el emperador azteca Moctezuma comía todos los días pescados frescos traídos de Veracruz, acarreado a pie por los esclavos, conforme a un sistema de relevos similar al de los “chaquis” peruanos, quienes, también según se decía, recorrían enormes distancias para que en la mesa del Inca no faltaran productos frescos del mar.
En aquella época, durante sus numerosas fiestas y eventos deportivos, o ritos de iniciación religiosa, comían carnes de pavos, palomas, iguanas y perros aztecas (una raza que se criaba en corrales). Cocinaban sus carnes a la brasa y muy sazonadas con sal y chiles. Por la mañana todos los hombres, servidos por sus mujeres, tomaban chocolate caliente con un trozo de chile. Durante el resto del día lo bebían frío. Los hombres llegaban del campo a primeras horas de la tarde y efectuaban su comida principal a base de tortillas de maíz, frijoles y chocolate. Tenían por costumbre lavarse las manos y la boca después de comer y tomar un baño diario que llamaban temascal. Esos hábitos de higiene no estaban por entonces muy difundidos en la cultura europea.
Si bien se dice que Hernán Cortés estuvo entre los primeros europeos que probaron el chocolate. Cristóbal Colón conoció antes el cacao, aunque no le prestó la debida atención. Se cuenta que el Almirante genovés, en 1502, durante su cuarto viaje al Nuevo Mundo, encontró cerca de la Isla de los Pinos una embarcación indígena de 25 remos, la más grande que había visto hasta entonces. Según la misma crónica se trataba de una nave maya, desde la que transbordaron a las carabelas de Colón telas, objetos de cobres y unas semillas que se utilizaban tanto para hacer una bebida, como monedas de cambio.
Debido a su valor religioso, los mayas preparaban brebajes de cacao para sacrificios y ritos iniciativos. Así la gran fiesta del cacao, dedicada al dios Chac, o Tlaloc, dios de la lluvia, se celebraba en los cacaoteros. Después de los sacrificios tomaban tchocolath - vino de cacao-, obteniendo una bebida fría, espumante, embriagadora de la cual estaba prohibidísimo beber más de tres jarras. También bebían chorote, una mezcla hecha con cacao, maíz y agua de lluvia.
Sobre el carácter afrodisíaco del chocolate, se creía que tenía poderes y que daba fuerza y vigor sobre quienes lo bebían; ya que estaba constituida por una mezcla de vino o puré fermentado, con el agregado de especias, pimentón y pimienta. Para ese entonces esta bebida era bastante amarga, pero al parecer muy enriquecedora en el campo del amor.

Bernal Díaz del Castillo cuenta en su historia verdadera de la Nueva España que durante un banquete que Moctezuma ofrecía a Hernán Cortés, el emperador azteca, a pesar de tener grandes variedades de las más selectas frutas, no comía sino muy pocas de cuando en cuando. Su preferencia era la infusión tan conocida por todos en aquel entonces, cierta bebida hecha con el mismo cacao servida en copas de oro fino. En esa ocasión traían cincuenta jarros grandes, hechos con buen cacao, con su espuma, y de aquello bebía. Decían que era para tener suficiente vigor para “cumplir” con sus mujeres.

Como el dólar, la peseta y la lira tienen un valor económico, en otras geografías y culturas, la sal y el cacao también sirvieron como monedas debido a su valor religioso.
Los comerciantes indígenas llevaban en su hotem –bolsa de cuero enlazada al cuerpo-, semillas de cacao que tenían un valor de moneda legal. Por ejemplo, en aquella época se podía comprar un conejo por ocho semillas de cacao.
Los primeros granos de cacao llegaron a España, por intermedio de un cura llamado Aguilar, junto con la receta para hacer chocolate. Al monasterio de Zaragoza, llegaron las primeras semillas. Por lo que fue posible fabricar por primera vez el chocolate en tierra europea.
En 1522, el franciscano Olmedo, según cuentan algunos historiadores, tuvo a cargo el primer envío de chocolate al Viejo Mundo. Francesco Carletti, quien había viajado por América, introdujo en Italia el chocolate en el año 1606. Las cafeterías existentes de Florencia y Venecia se encargaron de difundirlo. La aceptación del chocolate quedó manifestada por el propio Cardenal Richelieu, quien se convirtió en un verdadero adicto.
En 1679 el chocolate llega a Alemania. La producción de chocolate entra en su etapa industrial, gracias al adelanto tecnológico Germano. Sin embargo, no fueron los alemanes quienes lo desarrollaron, sino los suizos, los ingleses y los belgas.
El jurista y gastrónomo galo Anthelme Brillat-Savarin, escribió: “Si un hombre ha bebido con exceso de las fuentes del placer, si le ha robado horas al sueño trabajando demasiado, si su espíritu ya está cansado, si siente el aire húmedo, las horas lentas y la atmósfera demasiado pesada como para aguantarla; si está obsesionado con una idea fija que le quita la libertad de pensar; si es una de estas desgraciadas criaturas, digámosle que se tome una buena taza de chocolate perfumado, y le ocurrirán maravillas”.

jueves, 28 de octubre de 2010

CURIOSIDADES: Agustín Argüelles



Desde hace algún tiempo, con bastante frecuencia, oímos hablar del bicentenario de la primera Constitución, conocida como “La Pepa”. Salen nombres de personajes que influyeron en gran manera a que todos estos actos estén a punto de celebrarse al tiempo que hicieron cambiar los acontecimientos de esa primera mitad de siglo. Leyendo la prensa de uno de estos días, saltó un nombre que me llamó la atención. Me puse a buscar y encontré cosas muy interesantes sobre este personaje y que intento resumir, espero que lo más afortunadamente posible.
Agustín Argüelles Álvarez, nació en Ribadesella en 1776 y murió en la madrugada del 26 al 27 de marzo de 1844 en Madrid. Fue una de las más grandes personalidades de la política española en la primera mitad del siglo XIX, contribuyendo a dignificarla. Argüelles fue apodado” el Arístides” y “el Divino” por su «voz sonora, grandes dotes de improvisación, gran facilidad de palabra y variedad de conocimientos» (Javier Rodríguez Muñoz, historiador).
Segundón en una familia hidalga, estudió en la Universidad de Oviedo, donde se graduó en Cánones y Leyes. Su primer empleo fue el de secretario del obispo de Barcelona, el gijonés Pedro Díaz Valdés (1798), ocupación que dejó en 1800 para pasar a Madrid, donde primero consiguió una plaza en la Secretaría de Interpretación de Lenguas, y en 1805 la más lucrativa de oficial de la Convalidación de Vales Reales, cargo que le permitió entrar en contacto con el mundo político y diplomático. Se une a los patriotas en Sevilla, y se le nombra secretario de la Junta organizada para preparar la reunión de Cortes Constituyentes, presidida por Jovellanos, iniciando así una de las carreras políticas más brillantes de la primera mitad del XIX. Elegido diputado suplente por Asturias para las Cortes de Cádiz, defendió sus ideas liberales. Redactó y leyó ante las Cortes el Discurso preliminar del proyecto de Constitución, donde se defendía su elaboración y los principios políticos inspiradores de la misma. Tuvo un destacado protagonismo en la aprobación de la Constitución de 1812. Defendió con brillantez la libertad de imprenta, la supresión del Santo Oficio, la abolición del tormento, los señoríos y la esclavitud.
Pero finaliza la guerra de la Independencia y vuelve al trono el absolutista Fernando VII, quien le condenó a ocho años de prisión (15 de diciembre de 1814) por liberal, cumpliendo éste condena durante seis años en Ceuta y Alcudia (Mallorca).
La revolución de 1820 lo puso en libertad y lo elevó al cargo de Ministro de la Gobernación cargo que comportaba la presidencia del Gobierno en un gabinete llamado de «los presidiarios». A los tres meses de estar en el cargo, Argüelles es nombrado académico honorario de la Historia. En 1821, sin haberse cumplido el año de su llegada, Argüelles dimite, después de que Fernando VII, en el discurso del trono con motivo de la apertura de las Cortes, se queja de sus ministros liberales.
Tras sentirse desautorizado por el monarca, se retira de modo temporal a descansar en su región natal, Asturias. Vuelve a la escena política en 1822 como diputado por Oviedo para las Cortes, con planteamientos moderados. Sin embargo, cuando el ejército francés mandado por el duque de Angulema (los Cien Mil Hijos de San Luis) invade España en 1823 para devolver a Fernando VII sus poderes absolutos y derribar el orden constitucional vigente, Argüelles se suma al acuerdo radical de las Cortes (sesión de 11 de junio de 1823), a propuesta de Alcalá Galiano, de declarar incapaz al rey y nombrar una regencia. Al concluir la guerra con la victoria de las fuerzas invasoras francesas y la reacción, Argüelles tuvo que huir a Inglaterra, donde permaneció durante una larga década. Regresó a España tras la muerte de Fernando VII (1833), en 1834, gracias a la amnistía concedida por la reina María Cristina. Se pensó en él como candidato a la Regencia, que al fin se le confió a Espartero. Ese mismo año es elegido procurador por Asturias, militando en la facción más radical. Tomó parte activa en la política y participó en la redacción de la Constitución española de 1837, siendo elegido diputado en todas las legislaturas, salvo un pequeño paréntesis en 1843. En abril de 1841 fue nombrado presidente del Congreso, y entre 1841 y 1843 tutor de la reina Isabel II y de su hermana, ambas menores de edad, por decisión de las Cortes.
Desempeñó este cometido con singular honradez, sin percibir la remuneración fijada. Murió pobre igual que había vivido

jueves, 23 de septiembre de 2010

Otras cosillas: Increible viaje






Aquel día se había presentado lleno de agradables promesas. Después de múltiples cosas que hacer decidimos ir a cenar a Sanlúcar. Pasamos una velada inolvidable ya que mis amigos son únicos. A la vuelta, cada cual con su coche, ya era bastante tarde y veníamos algo cansados. La carretera, como muchos conocéis, es bastante buena y a esa hora había poco tráfico. Enfilamos una recta con una visibilidad muy buena cuando de pronto… apareció una especie de bache pero con una profundidad que no podíamos ni imaginar. ¡Cuidado! – grité por si mi marido no se había dado cuenta -¡ es un bache tremendo!
El morro del coche quedó empotrado en el boquete pero cual sería nuestra sorpresa cuando notamos que este se iba agrandando por momentos y el coche iba siendo succionado cada vez con más fuerza. No se como ni de donde apareció una sustancia viscosa, elástica, de un color marrón como si de resina se tratara con una procesión de arañas de duro caparazón que junto con esa resina formaban unas tirantas rodeando nuestro coche y que hacia que este se fuera internando en el bache lentamente y con gran suavidad .Cerré los cristales de las ventanillas ya que aquellos "bichejos" me causaban un escalofrío impresionante En un momento de pánico pretendí abrir la puerta y así poder saltar pero estaba atrancada y no era posible. Mi marido debió recibir algún golpe que le dejó inconsciente y por más que intentaba reanimarlo no reaccionaba. Él no me preocupaba mucho ya que notaba su respiración acompasada, lo cual me hacía pensar que era un shock pasajero.
El coche seguía deslizándose hacia el fondo sin acabar de ver el final. Intenté hacer todo cuanto se me ocurría para poner fin a aquella locura : pretendí abrir las puertas, llamar por el móvil por si alguien nos podía socorrer, y deseando que mi marido despertara por si se le ocurría algo diferente y efectivo, al mismo tiempo temiendo su reacción ante tamaña situación. No se cuanto tiempo pasamos descendiendo con todas las arañas recorriendo el coche buscando la manera de entrar en él, hasta que en un momento determinado noté como un seco pero suave golpe nos depositaba en el suelo.- ¡Por fin!- Parecía que se iba a terminar la pesadilla. Miré hacia fuera y ¡qué horror! ¿Dónde estamos?...
Era como un inmenso bosque con una luz radiante. Ante este resplandor los “pequeños arácnidos” fueron desapareciendo, cosa que me alivió bastante. Abrí la puerta del coche y bajé, me fui alejando con toda la precaución del mundo buscando por si encontraba quien nos pudiera ayudar en esa loca aventura. Oí ruido y pensando encontrarme con el socorro que tanto ansiaba me acerqué a unos matorrales detrás de los cuales aparecieron una serie de animales que nunca había visto, emitiendo sonidos horripilantes y que venían derechos a donde yo me encontraba. Salí corriendo intentando llegar al coche y que este me sirviera de refugio. Cosa extraña: la sustancia viscosa había desaparecido. Cuando me faltaban unos metros para alcanzar el coche me di cuenta que los extraños animales se habían quedado quietos y en silencio. Más miedo sentí. ¿Qué nuevo peligro me tocaba vivir? Al volver la cabeza me quedé petrificada: ¡Una araña de proporciones descomunales (debía ser la madre de las acompañantes en la caída) venia en sentido contrario a los animales y hacia mi! Seguramente ella sería la que en su momento segregó esa sustancia que nos hizo deslizar hasta el fondo de su guarida. Me metí en el coche y la “criaturita” intentaba meter una de sus enormes patas por encima del coche perforando el techo de este. Casi veía su punzón rozándome la cabeza y lo único que se me ocurrió fue: gritar, gritar y gritar como una posesa. En ese momento noté como alguien me zarandeaba, cuanto más zarandeo, más gritaba yo, hasta que… me desperté. ¡Vaya pesadilla! Mi marido estaba asustadísimo no había forma de que despertara y cuando lo hice estaba empapada en sudor. Me prometí que nunca jamás “me correría otra juerga como esa ni iría a esos lugares tan extraños y con animales tan raros y peligrosos.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¿LEYENDA, VERDAD? Curiosidades: Lady Godiva






Muchas veces oímos y usamos nombres sin apenas conocer su origen o incluso su significado.
Por naturaleza suelo ser bastante curiosa y me gustaría conocer tantas y tantas cosas que no creo que pudiera con todas. Por ejemplo: ¿Por qué razón Rota se llama así, y Setenil de las Bodegas? ¿A quién le ocurrió ese nombre? Vete a saber cuantas cosas más se me podrían ocurrir.
Pues bien, hace unos días la hija de unos queridísimos amigos míos tuvo un precioso bebé y quise llevarle un detallito, como suele ocurrir todos le regalamos al recién nacido pero yo quise hacer una excepción ¡le compré el regalo a la mamá! (era la que lo había pasado mal ¿no es así?). Después de buscar y buscar me decidí por una caja de bombones Lady Godiva.
¡Jesús!, no pensé que esa señora fuera tan apreciada. Bueno ella no, sus bombones.
Y… ya está la curiosidad en marcha. Así que me puse a buscar y esto es lo que encontré, como me pareció interesante lo comparto con mis amigos.

¿Quién fue Lady Godiva?

“A principios del siglo XI vivió Lady Godiva, su nombre Godgifu ó Godgyfu quiere decir «regalo de Dios». Godiva es la versión latina de su nombre. Fue una dama sajona famosa por su belleza y su bondad. Casada con Leofric (968–1057), conde de Chester y de Mercia y señor de Coventry. Este junto con su esposa construyó el monasterio de Coventry.
Fue destacable la buena administración de su marido. Pero cuantas más prebendas recibía del Rey más ambicioso se tornaba y a los vasallos los esquilmaba con tributos abusivos. Así que esta dama, compadecida de los sufrimientos y apuros de sus vasallos se solidarizó con ellos. Le rogó a su esposo que rebajara sus impuestos. El conde accedió, pero con la condición de que Lady Godiva recorriese Coventry a caballo sin más vestidura que su largos cabellos. La dama así lo hizo, no sin antes acordar con sus vecinos que estos se encerrarían en sus casas para no perturbarla en su desnudez. El día elegido Lady Godiva se paseó desnuda por el pueblo, montada en su blanco caballo, mientras todos los vecinos de Coventry permanecían en sus casas y con las ventanas cerradas. Hay historiadores que creen que es una leyenda que puede estar basada en una historia real —al menos parcialmente—, finaliza aclarando que Leofric, conmovido por el gesto de su esposa, cumplió su promesa y rebajó los impuestos.
El origen del «mirón»: Todos los ciudadanos se encerraron en sus casas, todos menos un sastre. Es a este sastre al que la tradición inglesa llama Peeping Tom (es decir, «El mirón Tom») no se pudo resistir de ver a su señora desnuda ni de jactarse de ello posteriormente. Tal actitud le costó el repudio total de todos sus vecinos, quienes desde entonces, lo sometieron a un completo ostracismo. Además, la expresión pasó a designar en el idioma inglés a quien en castellano se le llama “Mirón” y en francés “Voyeur”. Gracias a la administración de Leofric, el pueblo fue creciendo hasta convertirse en un centro importante de la región. Mientras tanto el espíritu humano con el que contaba Godiva, le permitió tener más contacto con la gente. Fue así como ellos cada vez sintieron más afecto y respeto por ella. Debido a la gran sensibilidad que Lady Godiva poseía hacia los que la rodeaban consiguió para ellos una vida más digna ya que Leofric tuvo que cumplir con su palabra de noble y abolió los impuestos innecesarios y redujo los otros. Leofric se dio cuenta que la mujer con la que había vivido tantos años era capaz no sólo de amarlo a él, sino a todos los que él nunca había tomado en cuenta como personas. Se percató que así como Lady Godiva demostraba su amor respetándolo, también lo demostraba a su gente desafiándolo a él.
Espero que os haya parecido interesante. Un cariñoso saludo

martes, 7 de septiembre de 2010

Suceso: CUANDO UN AMIGO SE VA



Era una noche de invierno, mejor dicho, una desapacible noche del mes de enero. Llovía, tronaba hacía un frío muy respetable y el viento soplaba con todas sus fuerzas. Recibimos una visita que llegaba muy preocupada, la perra que tenía su amiga había parido y no podía alimentar a todos sus bebés. Era una bonita “pastor belga” y su pareja era un hermoso “pastor alemán”. Es una pena, nos dijo, los van a tener que sacrificar.
El más pequeño de mis hijos empezó a abogar por uno de ellos, al final nos convenció y cedimos. Dos días más tarde nos trajeron el cachorro, que dicho sea de paso, nos encandiló con sus ojitos tan brillantes, esa carita de peluche y esa picardía propia del que sabe que su supervivencia está en juego. Éramos como unos padres, de perro, novatos; así que nos fuimos a Makro para abastecernos de todo lo necesario para el nuevo miembro de la familia. ¡Qué cara de no saber que cosa buscábamos que una pareja muy joven que nos observaba se acercaron para ver si nos podían ayudar!
Les explicamos el suceso y muy sabedores de lo que hacían, ya que según nos contaron ellos tenían dos preciosos cachorros, nos aconsejaron sobre lo más conveniente para que el cachorro estuviese cómodo y bien alimentado. Nos dieron pautas de cómo corregirlo y enseñarle a comportarse según los cánones perrunos.
Superado el escollo de alimentación y reposo, llegó el momento de darle nombre, ninguno nos parecía adecuado a esa cara tan bonita, no queríamos nombres cursis ni de ningún otro que con anterioridad hubiese estado con nosotros ya que siempre estaríamos comparando, así que pensamos: el chico se llama Pedro, su íntimo amigo Pablo, pues ¡ya está! él se llamará DINO.
Dino fue creciendo y era un mimoso, recuerdo que lo sacaba de paseo y cuando se alejaba un poco lo llamaba y como no me hacia caso yo me escondía detrás de una palmera, cuando se veía solo empezaba a lloriquear hasta que me descubría.
La verdad es que era un amigo fiel. Él sabía cuando estaba alegre y entonces saltaba a mí alrededor correteando como loco. Si yo estaba triste, él se sentaba a mi lado y de vez en cuando me lamía el pie o la mano según estuviese más o menos cerca. Me hacía tanta compañía que nunca me sentía sola. Había que verlo cuando me ponía con el ordenador, él metía la cabeza por encima de mi brazo y parecía que estaba leyendo lo que yo escribía.
Cuando salía de viaje, no sé como se las arreglaba, cogía una de mis zapatillas, la metía en su caseta y dormía sobre ella. Nunca la mordió ni la estropeó pero le servia de compañía.
Así pasaron catorce años. Nunca tuvo un mal gesto, jugaba con los niños como uno más. Pero empezó a ronquear de sus patas traseras. Un tratamiento, otro y otro; una veces mejor parecía que estaba bien y nos recibía con toda su alegría, pero … ayer domingo al darle de comer ya no podía levantarse. Comió lo que yo le iba dando a la boca.
Por la tarde vino el veterinario y nos dijo que así no podía seguir porque estaba sufriendo. Nos hizo marcharnos y al rato nos comunicó:¡YA ESTÁ TROTANDO POR LOS CAMPOS DE TRIGO, FELIZ, CONTENTO Y SIN SUFRIMIENTO!.
En fin espero que haya sido tan feliz como su nobleza se merece y que haya disfrutado tanto de nosotros como nosotros de ÉL.
El título os parecerá exagerado pero para mi fue un amigo, así que cada vez que oiga esa sevillana, segura estoy de que tendré un buen nudo en la garganta.

ALGO SE MUERE EN EL ALMA
CUANDO UN AMIGO SE VA
CUANDO UN AMIGO SE VA
ALGO SE MUERE EN EL ALMA
CUANDO UN AMIGO SE VA
Y VA DEJANDO UNA HUELLA
QUE NO SE PUEDE BORRAR…

Seguro que a muchos os va a parecer exagerado este relato pero yo sé que mi amiga Rosa me está entendiendo perfectamente.
¡Vaya broche de fin de verano! Con todo mi cariño para mis amigos blogeros

jueves, 26 de agosto de 2010

Curiosidades: Judios de la antigüedad; costumbres y modas






Siempre que se habla de los judíos, no se porque razón, despierta enormemente mi curiosidad. Su historia me parece muy interesante y sobretodo ahora viendo las investigaciones que mi marido esta estudiando sobre la “Expulsión de los Jesuitas” me llama la atención la similitud entre estas dos situaciones tan llenas de penurias y sufrimientos al tener que abandonar sus tierras o por lo menos sus lugares de asentamiento. No hace mucho encontré un artículo sobre las costumbres y modas de los judíos y como me pareció interesante lo voy a compartir con mis amigos blogeros.
“Unos dos mil años antes de Cristo, tribus seminómadas procedentes de Mesopotamia, penetraron en Canaán, dirigidas por el patriarca Abraham. Aquellas tribus, que se convirtieron en el pueblo judío se asentaron en esta Tierra Prometida que Yahvé, el Dios de Israel había ofrecido al primer patriarca, sellando con él una alianza de pueblo elegido que a la vez se convirtió en la religión monoteísta de los hebreos.
¿Cómo vivían? Las mujeres realizaban los trabajos que requerían esfuerzo físico: cuidar la casa, los niños, sacar agua del pozo, fabricar las herramientas y utensilios de uso doméstico, hilar la ropa y atender a los animales, era cosa suya. Entre los 10 y los 12 años, los padres concertaban el matrimonio de las niñas dentro del mismo clan o tribu. Esa costumbre permitía la continuidad del linaje y conservar y acrecentar la fortuna familiar. Cuando se llegaba a un acuerdo, se celebraban los desposorios, y antes de la boda, los novios contraían un compromiso tan válido como el propio matrimonio. Los padres del novio pagaban a los padres de la novia, ya que estos perdían a una hija, y los padres de la novia entregaban al novio una dote. Un signo de mayor riqueza y de estatus social era el tener varias esposas, lo que en las casas ricas era frecuente encontrar un harén bien surtido de concubinas y esclavas.
La comida. Los israelitas debían atenerse a lo que dictaba su religión y la ley mosaica. Aún hoy siguen cumpliendo las normas impuestas para la alimentación.
Estas son:
• Que los animales debían ser desangrados para poderse tomar.
• Los animales de pezuña partida eran considerados puros y se podían comer.
• Las rapaces y aves nocturnas eran impuras y estaba prohibido tomarlas.
• El marisco no se podía comer.
• Del mar sólo podían comerse aquellos peces que tenían aletas y escamas.
• No era de buen gusto servir en una misma comida carne y leche.
• Estaba prohibido que un judío y un gentil se sentaran a comer juntos.
En cuanto a la moda, lo mismo que ahora, los pobres iban vestidos con ropa sencilla que se confeccionaban ellos mismos y los ricos tenían sus sastres y sus modistas que hacían sus ropas con todo lujo. La gente humilde hilaba y curtían las materias primas en su propio hogar, usaban tintes artesanales para colorear el lino o la lana.
Las vestimentas femeninas y masculinas eran muy parecidas y consistían en una amplia camisola que cubría hasta los pies o hasta las pantorrillas, sobre ella solía llevarse un manto que se ceñía a la cintura con un cinturón de tela plegada, que a la vez servía de bolsillo donde guardaban los objetos personales.
Los sacerdotes llevaban un traje de ceremonia mucho más rico. Sobre la túnica tradicional llevaban una especie de delantal, llamado efod, algunos dignatarios lucían un manto con incrustaciones de oro y una pechera con doce piedras preciosas engastadas, simbolizando las doce tribus de Israel.
Los nobles y los ricos lucían sus atuendos como símbolos de poder y distinción.
Los tejidos que empleaban en sus vestimentas, generalmente lujosísimas, se importaban y sus adornos solían ser remates de metales preciosos. Sus ropas eran verdaderas obras de arte en las que trabajaban
sastres y orfrebes.
Además, no faltaban los complementos como: anillos, colgantes, brazaletes y diademas, primorosamente trabajados.
Y como no podía ser de otra forma, en todos los tiempos y en todas las culturas, siempre ha existido esa diferencia de clases que hace a unos dominantes y a los otros dominados. Espero os guste

lunes, 26 de julio de 2010

CURIOSIDADES: La incertidumbre de un viaje




Siempre que mis compañeras, amigos o conocidos salían de “veraneo” ( lo pongo entrecomillado porque en aquella época el veraneo, al que se podía aspirar en nuestra clase social, iba acompañado de tortillas, filetes empanados y otras chucherías que eran la delicia de los viajes) me producían una envidia sana. ¡Ni loca podría pensar que mi familia y yo veraneásemos alguna vez. Soñaba con la suerte que tenían esos viajeros que andaban de la “Seca a la Meca” igual que si pasearan por las playa de la Puntilla.
Cuando estudiaba 2º de Magisterio se formó un equipo de “balón-volea” hoy “voley-bol”, era obligatorio formar parte de este deporte o bien de “balón-cesto”. Nunca fui una gran deportista pero las ganas de salir con mis “compis” me hizo elegir el balón-volea ya que por novedoso tenía menos competencia. También era obligatorio formar parte del equipo de gimnasia rítmica (ahora que ya pasó mucho tiempo os diré que era lo más cursi que jamás viera ser civilizado).
Pues bien, en balón volea llegamos a los cuartos de final (sin salir de la localidad) en esta fase nos eliminaron las Salesianas, dicho sea de paso nosotras jugábamos muchísimo mejor pero no podíamos eliminar a las Hermanas Salesianas y el señor árbrito les hizo el favor y quedamos eliminadas. ¡Adiós viaje a la capital!
Con el equipo de gimnasia rítmica tuvimos más suerte, competimos como leonas, a cursis no nos ganaban y así llegamos a la semifinal que se celebraba en Lérida.
¡Qué guay! Iba, por fin, a viajar a Lérida, nada menos que en autobús. Total un paseíto Alicante-Lérida en un pis-pas, pero… mi madre dijo que na nay, que cuando aflojaba la mano me tomaba el pie. “Mi gozo en un pozo”, pero no, la profe de Educación Física le envió una carta y le decía que si no participaba en la final no podía aprobar la asignatura y allá ella. Ante razón tan contundente: CEDIÓ.
Preparé mi maleta, uniforme incluido y partimos rumbo a Lérida.
No os lo perdáis, el uniforme era un trajecito tipo “charlestón”, una cinta blanca de raso en el pelo pero a nivel de la frente, unas bambas blancas con unos borlones de lana blanca (diseño, diseño no se pero cursi era un “jartón”).
¡Mi primer viaje! ¡Viaje con mis compis! ¡Qué guay! Pero… en Lérida vivían unos amigos íntimos de mis padres que me estaban esperando al pie del autobús. Ya se pueden imaginar la “inmensa alegría” que me entró por todo el torrente sanguíneo.
Pues bien, mis queridos “ángeles de la guarda” me acompañaron hasta que me asignaron habitación, se despidieron y por la noche después de cenar, cuando mis compis tenían preparada una correría de campeonato, aparecieron mis protectores para llevarme a comer merengues que tanto me gustaban de chica. ¿Alguien se puede imaginar lo que sentí en aquel momento?
Pues así día tras día exceptuando los momentos de participación (que también estaban en las gradas aplaudiéndome a rabiar) me acompañaron, me vigilaron y se alegraron tanto porque me lo habían hecho pasar muy bien.
Salimos, de vuelta, sobre las diez de la mañana. Mis compañeras tenían un regimiento de leridanos despidiéndolas y yo… a los “amiguísimos” de mis padres deseándome un buen viaje y que volviera pronto para seguir pasándomelo tan bien.
En el camino de vuelta hicieron bromas de todas clases, hasta que decidí pasar de ellas. Me confortó un poco el volver campeona y que me dieron el único sobresaliente de toda mi carrera.
Al acabar la reválida de Magisterio (entonces los planes de estudio eran muy diferentes a los de ahora) hicieron el viaje fin de carrera y digo hicieron porque yo tampoco pude ir. Después de vender papeletas, dulces y yo que se cuantas cosas más no obtuve el permiso para tal “desenfreno” ¡Chicos y chicas juntos en un viaje a Granada! ¡Por Dios que desvergüenza! ¿Dónde se había visto tanto libertinaje?
Como compensación aquel verano me dejaron viajar con mi hermana (10 años menor que yo). Fuimos a Las Palmas a pasar 15 días. ¿No os cuadra? ¡Pues claro que no! Íbamos a casa de mis tíos (ahora sí). La verdad es que no lo pasamos mal del todo. Conocí a muchos chicos/as de mi edad e hicimos montones de excursiones, guateques y correrías múltiples por el campo y la playa.
Así que mi primer viaje (sin ningún miembro familiar) fue… ¡mi viaje de novios!
Fuimos a Madrid ¡qué locura! Luego a Alicante y de vuelta a Granada, pero, alucinen, en Granada estuvimos en casa de la hermana de mi marido, así es que volvíamos a las andadas.
Durante mucho tiempo el viaje más largo que podíamos hacer era a Cádiz o a Jerez (consulta médica, claro)
Pasó el tiempo y cuando mis hijos tenían 6 y 7 años y nos habían subido un poco el sueldo, hicimos nuestro primer viaje como “los pudientes”. Volamos a Gran Canarias y pasamos unos días de ensueño. Del vuelo mejor ni hablar, tuvimos las maletas perdidas durante 4 días y por más reclamaciones que pusimos no nos hicieron ni caso. Pero había que volver y llegó el momento de embarcar y ¡SORPRESA! Como era un vuelo “Charter” había más pasajeros de la cuenta. Aquello era una batalla campal, todos queríamos embarcar, no nos podíamos quedar ya que el lunes teníamos que trabajar. En un momento determinado y cuando el caos era impresionante la compañía ofertó 3 noches de hotel y pensión completa para los que quisieran quedarse y con la promesa de que el martes tendrían embarque seguro. Así que los que no nos podíamos quedar empezamos a embarcar.
Si mi marido a la ida lo pasó mal por ser su primer vuelo ¡imagínense ahora como estaba!
El vuelo de regreso fue una verdadera odisea: tormenta, sacudidas, bajadas que te hacían subir el estómago hasta la garganta… pero por fin llegamos a Sevilla.
Sevilla nos recibió con un sol espléndido y esa alegría del que “casi esta llegando a su casa”
Cuando el avión ya paró y nos pudimos desabrochar los cinturones, mi marido pálido como de ultratumba me dijo:” ¿Sabes que te digo?, que mis santos cojones en una larga temporada no se vuelven a subir a un avión” El pasajero que estaba a mi lado contestó:”Yo no quería decir nada, pero…los míos tampoco”
Y así concluyó nuestro primer viaje en solitario

miércoles, 23 de junio de 2010

Otras cosillas:¡Notición!








Bueno queridos amigos: No se para vosotros pero para mí si es un notición el poderos comunicar que en breve podré regular mis entradas y estar en contacto con todos vosotros. Ya echaba de menos el poder leer y enterarme de todas esas "chispas" que hacen la vida un poco más agradable. Un cordial saludo y gracias por vuestro apoyo

domingo, 18 de abril de 2010

CURIOSIDADES: El Corral de Comedias de Alcalá de Henares



Después de mis correrías por Las Palmas de Gran Canarias y necesitando acompañar a mi marido a Madrid, nos desplazamos hasta Alcalá de Henares y mientras él hacía sus gestiones, yo me dediqué a recorrer la ciudad que es una preciosidad. Visité la Universidad, con un Paraninfo indescriptible, yo no sabía si mirar el artesonado o el suelo semejando alfombras de losetas multicolores, con una historia apasionante.
Pero lo que me dejó maravillada fue…
EL CORRAL DE COMEDIAS DE ALCALÁ es uno de los corrales más antiguos que se conservan en Europa. Actualmente ha recuperado su programación teatral, y de visitas guiadas.
El Corral de Comedias en 1601 era el patio de una casa que adaptaron para representaciones de aquel momento. Actualmente se conserva como en su época, como era de una casa de vecinos la ventana de la vecina daba al escenario; así que la señora veía la representación gratis y en primera fila. ¡Ah! la obra se representaba en tres o cuatro días, lo que suponía que si no ibas al corral todos esos días te quedabas sin ver el final de la obra. Estaba formado por: el patio que estaba empedrado con un pozo central y es donde los hombres veían la representación en pie, el primer piso tenia unos palcos laterales para la gente pudiente, el palco central se llamaba la caldera que en un principio la usaban las grandes damas pero que después la ocupó la Corporación Municipal; en el segundo piso también había unos palcos pero algunos tan reservados que el espectador veía la obra a través de una ventana con el fin de que él viera y no fuera visto. ¿Quiénes podrían ser estos intrigantes personajes? Pues “amantes”, viudas etc. etc... ya que las viudas no podían ir solas a este tipo de espectáculos. Curioso ¿no? El “gallinero” que lo ocupaba el pueblo. También estaba el foso y por la parte de atrás entraban los señores con sus caballos: de ahí la expresión utilizada en el teatro de “mucha mierda” para desearles suerte. Si había "mucha mierda" equivalía a que la asistencia había sido considerable. Con el paso del tiempo este corral se abandona y llega momento que se convierte en una especie de estercolero y cae en el olvido llegando incluso a no saber la ubicación exacta de dicho corral. Después de mucho trabajo, tiempo y gastos sin fin, se recupera y de teatro romántico en el siglo XIX, de coliseo techado en 1769 pasa a sala de cinematografía en el primer cuarto de siglo. Como sala de cine se le llamó “El cine pipero” ya que cuando acababa la película se recogían verdaderos montones de cáscaras de pipas. Este pequeño teatro ha sido capaz de encarnar en su propia y original estructura la evolución de la actividad dramática de nuestro país, pero, sobre todo, ha sido capaz de absorber entre sus muros la evolución de la vida cotidiana de Alcalá. En resumen es un espacio sin parangón, que desde hace cuatro siglos sirve de manera casi interrumpida a la exhibición de espectáculos.
Este Corral estuvo a punto de ser derribado, hasta que finalmente Miguel Ángel Coso Marín, Mercedes Higuera Sánchez Pardo y Juan Sanz Ballesteros comenzaron una prolongada investigación "in situ" y archivística. Al mismo tiempo lucharon para que este edificio fuera recuperado con la dignidad y profundidad que se merecía. Tras 20 años de intenso trabajo y gracias a una cuidada restauración hoy día se traslucen vestigios de todos estos tiempos haciendo que en este lugar, de enorme encanto, se respire la memoria de nuestras artes escénicas.
Espero que os resulte tan curiosa esta historia como me lo pareció a mí.
(Datos extraídos de la visita guiada a dicho Corral de Comedias)

sábado, 10 de abril de 2010

CURIOSIDADES: Mi viaje de Semana Santa



Después de todo este tiempo sin mover el blog, os voy a contar mis últimas correrías de vacaciones (aunque como sabéis yo estoy de vacaciones todo el año). Aprovechamos que mis nietos estaban sin cole y allá fuimos a “disfrutar” de ellos. El tiempo ¡horroroso! Así que eso de que en Gran Canaria todo el año es verano, puro rollo. Bueno la cuestión es que después de los primeros días fuimos a comer a un nuevo restaurante situado al borde de “La Caldera de Bandama”. Nunca pude imaginar que conocería un paisaje tan… no se como decir, porque si digo ¡maravilloso! creo que me quedo cortísima. Hay que verlo para saber lo que se siente ante tanta belleza.

Según estuve leyendo:

La Caldera de Bandama es el resultado de una gran explosión asociada al cono volcánico de Bandama, cerca de "El Monte Lentiscal", entre los municipios de Santa Brígida (que es donde vive mi hija), Las Palmas de Gran Canaria y Telde, en Gran Canaria.
Esta caldera de explosión tiene unos 200 metros de profundidad y un diámetro de alrededor de mil metros. Está situada a unos 569 metros de altitud. En ella se pueden observar diferentes cenizas y estratos volcánicos, y también diferentes ejemplares de flora canaria.
La Caldera de Bandama es considerada Monumento Natural y forma parte del Protegido de Tafira. Se puede acceder a ver la caldera y subir hasta el pico por carretera. Para bajar a la caldera hay que hacerlo a pie. Hay un camino preparado, bastante pendiente y resbaladizo, pero que permite disfrutar del paisaje de la caldera. Bien es verdad que como íbamos de “guapos” no pudimos bajar, pero la próxima vez me llevo mis tenis en una bolsita y bajo la primera.
El nombre proviene de un comerciante flamenco (apellidado van Damme) que en el siglo XVI se asentó en la zona y cosechó vinos en el fondo del cráter. Aunque parezca mentira, el producto principal de Gran Canaria era el vino cultivado por los ingleses que después con los años transportaron esas cepas a Oporto y el cultivo se cambió por el del plátano.Aún quedan algunos lugares donde procuran conservar ese cultivo y de hecho hay varios tipos de vinos (algunos bastante buenos) En el fondo de la caldera había una granjita que actualmente está medio abandonada. Hay un señor que vive en el pueblo que ahí cría sus gallinas, cultiva hortalizas y que va por allí cada tres o cuatro días. Tiene fama de solitario pero de ser muy amable con los visitantes. En cuanto lo pueda comprobar os lo cuento.

miércoles, 24 de marzo de 2010

NANAS DE LA CEBOLLA






NANAS DE LA CEBOLLA (Miguel Hernández)
.
(Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer,
en la que le decía que no comía más que pan: y cebolla)
.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.

Espero que os guste, Joan Manuel Serrat le puso una música tan suave que aún la hace más tierna

RECUERDOS "Otras cosillas"



Este mes pasado tuve que ir a Alicante, mi hijo Pedro está allí y tenía mucha morriña de “mi niño chico”. Así que, ni corta ni perezosa, cogí el TALGO y camino de Alicante.
En el asiento que me tocó había un periódico y me puse a leer algunos artículos que a primera vista me parecieron interesantes. Cual sería mi sorpresa cuando en las páginas centrales hablaban del centenario de la muerte de Miguel Hernández. En mi época de estudiante me impactó bastante. Recuerdo que mis compis andaban “enamoradas” de Gustavo Adolfo Becker, pero yo suspiraba por ese poeta pastor que me derretía el alma con sus poemas y sus penalidades. Fueron “Las nanas de la cebolla” las que me causaron una ternura indescriptible y buscando, buscando encontré estos retazos que voy a intentar mandarlos para que los veáis. Y digo intentar porque cada vez me acuerdo menos de todo lo que nuestro “profe” nos enseñó. Voy a mandaros también La nana de la cebolla, a mi personalmente me parece de una belleza sencilla y tierna.

RETAZOS DE LOS ESCRITOS DE MIGUEL HERNÁNDEZ
A dos meses y medio del fallecimiento de Manuel Ramón, nace otro Manolillo: Manuel Miguel. "Eres mi ser que vuelve / hacia su ser más claro..." (del poema Niño). En la rueda de generaciones, amanece un nuevo sol por el Oriente. Cuando Josefina envía a la cárcel de Torrijos de Madrid una foto del niño con siete meses, comenta el padre:
"No pasa un momento sin que lo mire y me ría, por muy serio que me encuentre, viendo esa risa tan hermosa que le sale delante de los cortinones y encima del catafalco ese en que está sentado. Esa risa suya es mi mejor compañía aquí y cuanto más la miro más encuentro que se parece a la tuya. Y los ojos, y las cejas y la cara entera. Este hijo nuestro, por quien no debes perder el ánimo y la confianza en esta vida, es más tuyo que mío. El otro era más mío..."
U n mes después, en otra cariñosa epístola, la sorprende con estas Nanas de la cebolla,"las más trágicas canciones de cuna de toda la poesía española" (Concha Zardoya). A Miguel le había afectado la noticia recibida días antes de que Josefina sólo comía pan y cebolla (no cebolla sola, como algunos confunden). Recordad la eterna frase coloquial contigo pan y cebolla, que en este caso se hace trágicamente verdadera, aunque comenta Josefina que tenía que alegrarse Miguel en aquellas circunstancias, al saber que al menos comía algo de pan. ¿Y cómo prepararía la cebolla? Hervida, según tradición local.
Cuando el poeta recibe la carta de Josefina, nos informa Francisco Esteve, Miguel "permaneció recluido, con una gran depresión, en los dormitorios, sin salir al patio de la prisión. Después de dos días de "autoreclusión", apareció en el patio y recitó de memoria este poema a sus compañeros..." Así explicaba Miguel en carta:
"Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme..."Este ramo de nanas está construido en doce estrofas con aire de seguidilla, inusual poema largo para un género breve y festivo. Desdramatiza el autor el contenido angustioso con la gracia del ritmo y la ternura de imágenes, en ascética lumbre de verbos y sustantivos ermitaños.

miércoles, 10 de marzo de 2010

ANÉCDOTA VIAJERA: Nuestro camaleón



Recuerdo cuando, en mis años mozos, viajaba en tren con mi hermano Pedro. Íbamos a pasar el verano a Alicante. Allí tenían mis padres una casita que nos servía de “hotel” para pasar aquellos días sin que la “famélica” economía familiar se resintiera mucho. Habíamos vivido allí unos cuantos años y echábamos de menos a nuestros amigos, por lo que aprovechábamos esos días veraniegos para reencontrarnos con ellos.
Salíamos de El Puerto por la mañana tempranito con nuestros bocatas, oliendo a tortilla y filetes empanados, luego en los cambios de estación, creo que cambiábamos dos o tres veces, tomábamos un café y tan felices. Lo mejor de estos viajes era el traqueteo que junto con “los mullidos” asientos, eran de tiras de madera que en algunos momentos llegabas a pensar que se te habían incrustado en tu organismo, cuando bajabas del tren o simplemente te dabas una vuelta por el pasillo para estirar las doloridas piernas y los hinchados pies empezabas a caminar como si fueras una alcayata. Pero claro la recompensa era muy gratificante: al llegar, después de semejante tormento, estaban en la estación todos nuestros amigos que con la algarabía propia de aquellos años y del tiempo de ausencia, llenaban todo el andén y los demás pasajeros nos miraban como si fuésemos “locos de atar”.
Aquel año, uno de los últimos que pudimos permitirnos ese lujo tan monumental, a mi querido hermano se le ocurrió una idea luminosa, en casa teníamos un camaleón que cuidábamos con todo el cariño del mundo, pues bien ese animalito era totalmente desconocido para nuestros amigos alicantinos y claro mi hermano decidió presentárselo. Preparamos al camaleón y mi hermano se lo colocó sobre el hombro de forma que estuviese cómodo durante el largo viaje. Todo iba bien: el traqueteo correspondiente, calor para dar y regalar, horas y horas de tedio mayúsculo y poco más. En un momento determinado mi hermano necesitó salir ya que sus necesidades lo apremiaban y dejó al camaleón sobre su jersey muy bien arropado en el asiento junto al mío. De pronto entró una señora, que pensando que el asiento estaba libre quiso sentarse allí, empujó hacia un lado el jersey y el camaleón sacó la cabeza. ¡Dios mío la que se armó! La señora pidiendo socorro diciendo que allí había un monstruo, yo intentaba explicarle que ese pobre era inofensivo, pero la señora no atendía a razones; gritaba, gritaba como una posesa. Al oír tal escándalo, mi hermano salió del baño y rápidamente llegó y se encontró con la escena: una señora histérica que se desgañitaba a todo meter, yo que intentaba explicar lo que nadie quería oír y un grupo de viajeros que hacían causa común con la señora.
Resumiendo: llegó mi querido hermano, cogió al camaleón, se lo colocó en el hombro, cogió su jersey y se fue a otro vagón.
La señora en el momento que vio al revisor le contó la historia y… claro está este como autoridad competente mientras picaba billetes fue oteando el horizonte para descubrir al “monstruo” causante de tal escándalo. Busqué a mi hermano y le dije que hablara con el revisor y le hiciera ver que la cosa no era tan grave. En un principio, creo que se asustó, pero supo mantener el tipo, y le rogó a mi hermano que se mantuviese alejado él y su “mascota” de la señora a la que le dieron un vasito de vino para que se le fuera el susto. En aquellos momentos lo pasamos mal pero ahora nos reímos pensando como un animalito tan inofensivo pudo ocasionar un escándalo de tal tamaño. Nuestros amigos alucinaron al conocer a una criatura tan encantadora. Cuando nos vinimos, estos amigos se hicieron cargo del camaleón hasta que al cabo del tiempo murió, pero eso sí en cada carta que recibíamos siempre nos daban el parte del estado de “nuestro camaleón”

domingo, 7 de febrero de 2010

ANÉDOTA: ¡Tengo una idea!



¿Cuántas veces hemos dicho o hemos oído decir: tengo una idea? Pues bien cuando la oigo se me suelen poner los pelos de punta y la carne de gallina.
Amaneció un día espléndido: el sol brillando calentito, los árboles estaban relajados sin una ligera brisa que los azotara, la casa en silencio, mis labores de hogar concluidas; nada, un sueño. Entonces pensé “qué maravilla, voy a coger un libro que tengo a medias y me voy a dar el gustazo de leer toda la mañana”.
De pronto aparece mi marido con la “alegría” de: tengo una idea (me retumbó hasta los oídos del carné de identidad) como hoy estamos solos y tranquilos podíamos podar el nectarino y el ciruelo así si llueve mañana ya está la faena hecha.
(He de aclarar que este buen señor es de ideas fijas). Así que desperté de mi iluso sueño y ¡manos a la obra! ¡Total en una hora está liquidado!
Empezamos por el nectarino, pero la cuestión no era podar sino después cortar las ramas muy menuditas para poderlas tirar.
Seguimos con el ciruelo, inmenso, no creí que pudieran sobrarle tantísimas ramas. Así que continué cortando ramitas hasta las cuatro de la tarde. Como no estoy acostumbrada a semejantes faenas, ya no podía ni mover las pestañas de tan cansada como estaba. Comimos y después de la siesta seguí con la noche. De vez en cuando pensaba “Con lo feliz que me las prometía yo leyendo toda la mañana…”
En fin creo que está justificada mi aversión a “TENGO UNA IDEA” así que la próxima vez daré media vuelta y no oiré nada

jueves, 21 de enero de 2010

"Hacer una cabronada" II



Ya conocemos un poco a nuestro "amigo" Pedro Hernández Cabrón. Pues bien vamos a ver algunas de sus muchas correrias por estos mundos. Cuentan las crónicas que: "Salió Pedro de Vera, caballero jerezano acompañado de Alonso de Quintanilla y de Pedro Hernández Cabrón para ir al Puerto de Santa María el sábado primero de julio de 1480 con la intención de ir a Canarias a tomar las islas por encargo de los Reyes. En las carabelas llevaban mucha gente y hasta treinta caballos. Embarcaron en el Puerto el viernes 7 de ese mes.Después de muchas peripecias llegaron a Telde. Allí intentaron enrolar a los nativos diciéndoles que fueran con ellos para hacer expediciones en plan de rapiña a Tenerife y así conseguir un buen botín que les diera para comer y vestir a sus familias. Con este engaño los embarcó metiéndolos debajo de la tilla de las carabelas, pero su rumbo no era Tenerife, sino que trayéndolos a Cádiz y al Puerto para desde allí llevárselos a Sevilla y venderlos como esclavos.Esto sucedía en el año 1483 cerca del día de San Juan. Otra fechoria a la que hace gala el apellido del "Buen Señor" ¿No creeis?.
"Dichos y cosas de Cádiz" por Luís Benítez Carrasco

sábado, 9 de enero de 2010

"Otras cosillas" Aclaración a la pregunta de Mª Jesús


La tripulación del señor Cabrón obligó a los judíos a desembarcar en las costas argelinas, lanzados a las arenas de la playa como fardos si oponían resistencia. Al llegar a tierra estas desvalidas personas, para mayor desgracia, soportaron que los nativos se acercaran a ellas creyendo que llevaban riquezas, y les desvalijaron lo poco que les quedaba. Tras ello, unos murieron de inanición, otros de enfermedades, otros fueron vendidos como esclavos y los menos, difícilmente consiguieron refugiarse en "vaya a saber usted donde". La verdad, y esto es comentario de mi cosecha, es que les hicieron pagar con creces si alguna culpa tenían.
Fruto de esta “cabronada” fueron los acontecimientos que se produjeron en la margen izquierda del Guadalete en los últimos años del primer tercio del siglo XX. Muchos de estos judíos pensaron que pasando algún tiempo podrían volver a sus casas y enterraron lo que pudieron en las márgenes de algún río cercano o en las arenas de alguna playa. En 1929, el Marqués de Estela, General Primo de Rivera, consigue que canalicen el río con un profundo dragado. Meses después en la margen izquierda del río aparece una gran torta de arena que la marea dejaba al descubierto, esta torta estaba junto a la Virgen del Carmen, de allí empezaron a aflorar monedas y objetos de valor, que según parece pertenecieron a los judíos que navegaron con Pedro Hernández Cabrón hacia tierras argelinas. Por cierto que un afamado bodeguero de esta época siempre solía hallarse presente mientras que humildes portuenses rebuscaban entre el limo de las arenas y cuando alguno encontraba algo de valor, fundamentalmente monedas, él se las compraba. A veces surgía la picaresca y hubo quién le dio “gato por liebre” diciendo que había encontrado algo de valor que no era otra cosa que algún trasto viejo recubierto de fango.

lunes, 4 de enero de 2010

CURIOSIDADES: "Hacer una cabronada"


Expresión que se usa muchas veces sin saber su procedencia. Buscando he encontrado varios orígenes de esta misma que intentaré contaros y así mover un poco el blog.
Esta versión data de la época de expulsión de los judios.
Para los judios que no se quisieron bautizar se decretó por medio de un edicto de los Reyes Católicos del día 31 de marzo de 1492. En él se disponía que en el plazo de tres meses abandonaran el país ya que su fe causaba un gran daño a la santa fe católica. Se suponía que en ese plazo podrían vender todas sus pertenencias ya que no podían sacar oro ni plata.
Algunos salieron por la frontera de Portugal, otros fueron conducidos hasta Navarra, pasando a Francia por los Pirineos y otros fueron obligados a embarcar. Se habilitaron los siguientes puertos de embarque: Laredo para los procedentes de Castilla, León y Asturias, que saldrían para los Paises Bajos e Inglaterra.
En Cartagena, Málaga y El Puerto de Santa María se concentraron los que venian de Granada y Sevilla.
Abraham Seneor era uno de los secretarios de Fernando el Católico al que se le encomemdó el contratar los barcos que llevarían a los judios fuera de la península (este se bautizó y tomó el nombre de Alfonso de la Caballeria). Alfonso de la Caballería contrató a Pedro Hernández Cabrón para que con sus barcos trasladase a todos estos judios.
Según las crónicas, los barcos de este señor eran viejos, hacían agua,estaban escasamente dotados de víveres para dicha travesía y los judios fueron hacinados en las calas en las peores condiciones imaginables.
El traslado de los judios a las costas de África fue la ocasión para que el tal Cabrón hiciese una de las suyas.
Después de una travesía azotada por los vientos de levante, propios de la época, llegaron a la llamada "Playa de los Andalusís", muchos de ellos se negaron a desembarcar, entonces por orden de Pedro Hernández Cabrón, los marineros los fueron arrojando a la fuerza a las arenas de la playa dejándolos allí abandonados a su suerte. Fue una "cabronada". Los moros que vivian en aquel lugar, pensando que llevaban joyas, dinero y objetos de valor les atacaron pudiendo muchos de ellos salvar la vida gracias a la ayuda que les prestó un corsario genovés llamado Fregoso que se encontraba en aquellas aguas.
Texto de:Luís Benítez Carrasco
Obra: Dichos y Cosas de Cádiz