sábado, 7 de septiembre de 2013

omisión

La entrada que sigue ha sido extraída de: "ANÉCDOTAS DE LA HISTORIA" de Concepción Compte Masiá.

Otras cosillas curiosas "LOS HUNOS Y EL YOGUR"


LLEGAN LOS BÁRBAROS…
¡Y NOS TRAEN EL YOGUR!

Hasta hace poco tiempo el yogur, por lo menos para mí, fue ese gran desconocido; sólo lo utilizaba como refuerzo en la alimentación de los más pequeños de mi casa: mis hijos en su época infantil y mis nietos.
Siempre creí que era un producto creado por las firmas comerciales como  Danone, Kalise u otros estudiosos sobre la alimentación de refuerzo.
Estos días  en que los nietos, hijos y demás han vuelto a sus lugares habituales de habitabilidad (vamos que se han ido para su casa), he tenido un poco más de tiempo para dedicarme a leer, que es lo que en verdad me gusta, y me sorprendió esta historia que os cuento sobre el dicho yogur.
Los hunos eran un pueblo nómada que recorrieron miles de kilómetros entrando en contacto con las culturas de diversos pueblos. De las transacciones comerciales o de la conquistas fueron pasando a intercambios de todo tipo entre los que no faltaron los gastronómicos.
De Turquía y de Bulgaria tomaron, entre otras cosas, el yogur al que consideraban como uno de los alimentos preferidos de muchos pueblos orientales.
¿Cómo hacían los hunos el yogur? Como siempre estaban de aquí para allá, llevaban con ellos todas sus pertenencias incluyendo el ganado. Las mujeres ordeñaban las vacas y a las ovejas, cocían la leche y la envasaban, generalmente en odres. Una vez envasada, los hombres eran los encargados de que ésta fermentase ¿Cómo? De una forma un tanto especial. Los recipientes donde estaban envasados se colocaban debajo de sus monturas de tal forma que no molestasen a sus caballos que para ellos tenían un carácter sagrado.
Allí los dejaban durante varios días, mientras recorrían largos caminos, el calor,el movimiento, el sudor del caballo y del jinete hacían que la leche se fuera transformando en el germen  del yogur. Para su consumo lo tomaban directamente del recipiente que durante tanto tiempo había participado del roce caballar, en unas condiciones higiénicas bastante dudosas.
A los hunos, según parece, les encantaba este postre que enriquecían con frutos secos machacados, especialmente nueces y almendras, que les gustaba mucho.
Los hunos en sus correrías  extendieron el yogur por Europa Occidental que de otro modo hubieran tardado siglos en conocerse