lunes, 15 de julio de 2013

OTRAS COSILLAS: "Anécdota curiosa"



Normalmente, todos los años, suelo hacer dos viajes a Las Palmas de Gran Canarias: uno a finales de mayo y el otro en octubre. Estos coinciden con los cumpleaños de mis nietos.
Este año llegamos en mayo y a unos días de nuestra llegada celebraban “El Día de la Comunidad Canaria”. En el colegio de mis nietos nos invitaron a unirnos a dicha celebración; la verdad es que me sorprendió el mimo, cariño e imaginación que derrocharon en tal acto.
Nos citaron sobre la una y media en el comedor del colegio, entre tanto los alumnos habían hecho unos campeonatos de diferentes deportes y ya habían comido. Pues bien, a lo que vamos, al entrar en el comedor encontramos unas mesas “buffet” con todo tipo de comidas propias de la isla: papas “arrugas con mojo picón”, sancocho canario, ropa vieja, pella de gofio, puchero canario, platanitos fritos y yo que se cuantas cosas más. De los postres ni que decir tiene que no se quedaron atrás.
Después de “estas tapillas”, como diría mi amiga Ana, pasamos al salón de actos donde se dieron los premios a los buenos estudiantes e hicieron una pequeña representación de las costumbres de antaño.
Todo me pareció de una cordialidad muy agradable.
En uno de los paneles sobre las costumbres canarionas, me llamó la atención dos temas: uno sobre las leyendas referentes a las extrañas luces que con más arraigo circulan por la isla y el otro unos párrafos que habían sacado de un libro escrito por un médico canarión en el siglo pasado. Tiene anécdotas, sucesos y costumbres muy curiosas y leyéndolo estos días me hizo mucha gracia este pasaje que os voy a relatar.

DICE ASÍ:
Erase un indiano rico, (se conocían como indianos a los canarios que habían emigrado a Las Américas y que volvieron ricos), que tenía un pié muy torcido. Al regresar a su pueblo, tomó singular empeño en que se rellenara un peligroso derrumbadero (especie de barranco) que interceptaba los dos barrios de aquel vecindario. Todos le contestaban.... ¡Imposible. . . es imposible!
Picado el amor propio del cojo, emprendió la obra y á fuerza de dinero cegó el precipicio y sobre el mismo fabricó una casa en  cuyo frontis hizo grabar la siguiente inscripción en grandes letras...

“Nihil impossibile est” (Nada es imposible).

 Al día siguiente apareció escrita debajo del letrero esta cuarteta;

“Si nihil impossibile est”,
Como tu lengua relata,
Enderézate la pata
Que la tienes al revés.

Como veréis en todas partes hay gente ingeniosa que tiene la habilidad de darle la gracia a cualquier acontecimiento.
Esta anécdota está sacada de: "RECUERDOS DE UN NOVENTÓN"
Memorias de lo que fue la ciudad de Las Palmas de Gran Canarias a principio de siglo.
Por :Domingo José Navarro.

miércoles, 10 de julio de 2013

OTRAS COSILLAS: Comer es un placerrr

¿Se acuerdan de aquella bonita, sensual y melodiosa canción que cantaba la ya perdida Sara Montiel? Decía así: Fumando espero al hombre que más quiero…...
Pues bien, yo cambiaría esa letra tan insinuante y lo cantaría así: Comiendo me alegro con la gente que más quiero….
Pensareis que he perdido “la chaveta”, pues no y os lo voy a contar:
Nos regalaron o mejor dicho les regalaron a mi marido y a mi cuñado un par de botellitas de un rioja curioso y decidimos que “lo que junto se regala, junto se acaba”.
Una vez creada tal sentencia, decidimos reunirnos los cuatro a comer y dar testimonio de las bondades del rioja mencionado. Mi cuñado José María que es un “CHEF DE ALTA CALIDAD” se ofreció para preparar la comida. Todo  lo dejamos en sus manos.

¡DIOS BENDITO! No me preguntéis como estaba el rioja ya que hizo unos cuartos de cordero que perdimos hasta el sentido de la “orientación”. ¡¡Estaba rico, rico, rico y con fundamento!! Yo, por lo menos, me rechupete los dedos y creo que hasta los codos (es un decir). Ahora del vino ni me preguntéis ya que un sabor tan especial no se podía enturbiar con nada.
Lo bueno de todo es que con la excusa del buen vinito.... pasamos un día de apoteosis