viernes, 11 de diciembre de 2009

ANÉCDOTA: Urgencias

El título de esta entrada parece algo raro pero os garantizo que no lo es. Quiero contaros lo que me pasó hace pocos días y a la vez que sirva como homenaje a las personas que sin saberlo, velan por nosotros.
Yo tengo varios amigos, me imagino que como todos, unos más queridos que otros pero buenos amigos.
Dede hace unos años tomamos el acuerdo de reunirnos de vez en cuando. Cada dos o tres semanas comemos juntos y pasamos unos ratos muy agradables, de tal forma que somos "una pequeña familia" o más ya que siempre estamos al quite ante cualquier adversidad. Estos días nos reunimos en casa; teniamos que celebrar tantas cosas: estar vivos, seguir juntos, la próxima Navidad etc. etc. A mitad de comida una de mis amigas comienza a ponerse blanca, yo estaba enfrente de ella y vi que estaba rara, me acerqué a ella y la noté completamente fría, comencé a moverle la cara pidiéndole que me hablara, pero ella ni me veia ni se enteraba de nada. Mi marido rápidamente llamó al 112 y le pasaron con un médico, os puedo asegurar que creí que mi amiga se moria en mis brazos. Aún no habían pasado diez minutos apareció una ambulancia, un médico y dos auxiliares que le prestaron una atención digna de elogio.
Después de reanimarla, le hicieron muchísimas pruebas hasta comprobar que el peligro había pasado. Ahora, ella está bien pero a nosotros aún no nos llega la camisa al cuerpo. Lo que sí quiero agradecer a este equipo, y pienso hacerlo también por otros cauces, la rapidez y la dedicación que le prestaron a mi amiga

4 comentarios:

  1. La vida a veces juega esta malas pasadas, estas son de las que ahi que actuar rapido y veloz, por que la salud de los que queremos estan absolutamente en juego, me imagino lo mal que lo pasasteis, pero como bien dices gracias a la eficacia del equipo de asistencia todo quedo en un mero susto, ahora tienes un motivo más para celebrar, por lo más apreciado que tenemos y que nos no dámós cuenta hasta que la perdemos que es la bendita "Salud" ..

    Mil besos...

    ResponderEliminar
  2. Me alegro por ustedes, que todo haya salido bien.Imagino el susto que todabia tendreis.Se que el 112 tienen buenos equipos , pero en el caso de mi padre se equibocaron de direccion y cuando llegaron nosotros gracias a un conductor voluntario ya estabamos en el hospital.En este caso por mucho que corrimos mi padre no tuvo la suerte de tu amiga, aunque se que lo que a mi padre le paso no tendria solucion aunque ellos hubiesen llegado a tiempo.
    Te he dejado un comentario en mi blog referente al mandarino, leelo.hasta otra.

    ResponderEliminar
  3. Siento mucho lo que le paso a tu amiga y el susto que os disteis todos.
    Y me has enseñado el numero de las urgencias que yo no lo sabia y ya a la edad que tenemos lo teníamos que tener enmarcado, un besito.

    ResponderEliminar
  4. Querida Mercedes, me satisface que quedara en un desagradable susto y que todo terminara bien en esta inquietante cena de grandes amigos.
    Los servicios de urgencias están para eso, aunque no siempre desarrollan la labor encomendada con la misma diligencia.
    Aunque habrá quien pueda decir que todos nos equivocamos, ellos por la trascendencia que toman sus actos, deben cuidar al máximo este su trabajo, pues juegan con la vida de todos nosotros.
    De nuevo decirte, que me congratulo de que nos lo puedas contar como una anécdota más -que no por ello insignificante- de tu vida.
    Muchas gracias por tus escritos y por tus comentarios.
    Un abrazo, Mercedes.

    ResponderEliminar