lunes, 4 de enero de 2010

CURIOSIDADES: "Hacer una cabronada"


Expresión que se usa muchas veces sin saber su procedencia. Buscando he encontrado varios orígenes de esta misma que intentaré contaros y así mover un poco el blog.
Esta versión data de la época de expulsión de los judios.
Para los judios que no se quisieron bautizar se decretó por medio de un edicto de los Reyes Católicos del día 31 de marzo de 1492. En él se disponía que en el plazo de tres meses abandonaran el país ya que su fe causaba un gran daño a la santa fe católica. Se suponía que en ese plazo podrían vender todas sus pertenencias ya que no podían sacar oro ni plata.
Algunos salieron por la frontera de Portugal, otros fueron conducidos hasta Navarra, pasando a Francia por los Pirineos y otros fueron obligados a embarcar. Se habilitaron los siguientes puertos de embarque: Laredo para los procedentes de Castilla, León y Asturias, que saldrían para los Paises Bajos e Inglaterra.
En Cartagena, Málaga y El Puerto de Santa María se concentraron los que venian de Granada y Sevilla.
Abraham Seneor era uno de los secretarios de Fernando el Católico al que se le encomemdó el contratar los barcos que llevarían a los judios fuera de la península (este se bautizó y tomó el nombre de Alfonso de la Caballeria). Alfonso de la Caballería contrató a Pedro Hernández Cabrón para que con sus barcos trasladase a todos estos judios.
Según las crónicas, los barcos de este señor eran viejos, hacían agua,estaban escasamente dotados de víveres para dicha travesía y los judios fueron hacinados en las calas en las peores condiciones imaginables.
El traslado de los judios a las costas de África fue la ocasión para que el tal Cabrón hiciese una de las suyas.
Después de una travesía azotada por los vientos de levante, propios de la época, llegaron a la llamada "Playa de los Andalusís", muchos de ellos se negaron a desembarcar, entonces por orden de Pedro Hernández Cabrón, los marineros los fueron arrojando a la fuerza a las arenas de la playa dejándolos allí abandonados a su suerte. Fue una "cabronada". Los moros que vivian en aquel lugar, pensando que llevaban joyas, dinero y objetos de valor les atacaron pudiendo muchos de ellos salvar la vida gracias a la ayuda que les prestó un corsario genovés llamado Fregoso que se encontraba en aquellas aguas.
Texto de:Luís Benítez Carrasco
Obra: Dichos y Cosas de Cádiz

4 comentarios:

  1. Buena historia y algo nuevo que he aprendido,la verdad que fue una gran cabronada lo que hiso ese tal cabron.saludos y me alegro de que seas la primera en mover el blog.

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  2. Me encantas todo lo que nos enseñas, no tenia ni remotá idea, que le debieramos al Sr Hernandez Cabrón, esos adjetivos calificativos, cabrón cabronzete, cabrito,cabronadas, cabritillo, cabrita, cabronazo, cabrones, pues nos dejo una larga y extensa lista..
    Bueno ya toca ponerse las pilas, despues de tantas fiestas...

    Un saludo grandote...

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  3. LO que hizo el tal Alfonso de las Caballerías fue un cambio de chaqueta, ese si que era cabron, y el tal Cabron ,cabron por partida doble.
    Y donde has leído eso,? Que fue de los pobres judíos, a buen sitio fueron a parar, cuéntanoslo Mercedes, besitos

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  4. Querida Mercedes, efectivamente una más de esas tantas y tantas expresiones, que sin saber su verdadero significado y su origen, hacemos uso y empleo.
    Desde luego, al tal Pedro Hernández ese, le pegaba mejor que a nadie su segundo apellido de Cabrón. Pero para cabronazos… los Reyes Católicos, que como tantos y tantos gobernantes, sus manos las tenían rojas de baños de sangre.
    Muchas gracias por tu instrucción en esta apasionante materia que es la historia, con sus entresijos y misterios.
    Un cariñoso y cordial saludo, Mercedes.

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